Hondos valles, verdes prados
frondosa naturaleza
con paisajes en belleza
y unos entornos sagrados
En el monte los venados
en el cielo la grandeza
el misterio y la nobleza
con orvalló en los tejados
En la cueva la Santina
En el fogón la fabada
En el horno la empanada
En el lagar la sidrina
En marisco y concha fina
siempre la mas añorada
la más pura y deseada
en glamour de la cantina
Por todos los andurriales
del uno al otro rincón
cuán su vecino León
tan prolija en minerales
Negro carbón a raudales
en abundante filón
sobre cuenca del Nalón
con recursos naturales
En caudales acendrados
el discurrir de aguas finas
las más puras cristalinas
de todos los principados
Anguilas y asalmonados
sobre cauces en neblinas
corrientes de aguas marinas
van cruzando los poblados
Mar Cantábrico costero
blancas villas marineras
con las gaviotas primeras
sobre un contorno playero
En un caminar certero
zarpeando campos y eras
oso pardo en primaveras
al monte acude el primero
Lago en laderas serranas
Nieve del anochecer
en lluvia de agradecer
a través de las ventanas
Cielo gris de las mañanas
nieblas del amanecer
con sol del atardecer
en arrebol de manzanas
A través de los senderos
siguiendo las praderías
cuán alegres romerías
sobre el campo en merenderos
Como siempre los primeros
siendo lo que más querías
mozas, jotas, sidrerías
al ritmo de los gaiteros
El resurgir la mañana
El despertar de la brisa
El plañir tras la sonrisa
de una esperanza temprana
Aquella tarde lejana
como principal premisa
¡Ni rendida, ni sumisa!
¡Bendita tierra asturiana!
JUAN PABLO GÁNDARA DE TORENO
Siempre romántico y aprendiz de poeta